jueves, 18 de junio de 2015

“Como burros con orejeras”: Resiliencia

adoracion-pecharroman-rubio

 Por Adoración Pechorroman Rubio

Vamos por la vida como burros con orejeras y no somos conscientes de todo lo que hemos vivido y de lo que hemos aprendido.

Por ello seguimos en el mismo lugar: en el mismo estado de desarrollo, y sin avance.

No digo que des gracias a la vida por las desgracias sucedidas, solo te digo que te pares a ver todo lo aprendido, todo lo que has descubierto de ti mismo. Es en las crisis donde descubres vertientes de ti que no conocías.

Resiliencia: hacer palanca con lo vivido

Tampoco digo que no te quejes. Hazlo. Pero durante un tiempo controlado. Saca el dolor y tristeza por la situación vivida. Y acto seguido utiliza el aprendizaje como palanca para seguir evolucionando.

Después puedes integrar esa nueva parte de ti en tu personalidad o bien quejarte indefinidamente de lo dura que ha sido la vida contigo. La queja te servirá al comienzo, pero poco después te provocará aburrimiento a ti y a los demás. Y no cambia el pasado.

¿Te has parado a ver todas las habilidades que desarrollaste para superar las situaciones de crisis en tu vida?. Te propongo que lo hagas como ejercicio. No dejes que el sufrimiento caiga en saco roto: dale un sentido.

Ejercicio: Recuerda esas situaciones duras de tu vida y las actividades que hacías para poder superar la situación. Tal vez empezaste a pintar, o hacías puzles para distraer la atención, o veías películas compulsívamente y te has convertido en un experto cinéfilo (y no lo sabes), o escuchabas música y también eres un experto en el tema… o hacías cualquier cosa en la que ponías toda tu atención y te has especializado sin saberlo.

Ahora puedes contar la historia de dos maneras:

Tuve que empezar a pintar para soportar aquella difícil situación (versión víctima: estancamiento), oEmpecé a pintar para superar la situación y ahora he descubierto que se me da bien el color, la imagen, la fotografía, el movimiento… y actualmente tengo una galería de arte. Y además he descubierto de mí mismo que puedo concentrarme en las situaciones más adversas y… (versión resiliente: crecimiento).

Continúa con el ejercicio. Haz una tabla como la siguiente:

situacion-vivida

Podrás reconocerte a ti mismo todo el esfuerzo que has hecho en esas situaciones. Y esto es muy bueno para tu autoestima.

Si transformas el sufrimiento en aprendizaje, tendrás el mejor abono para construir una nueva vida. Eso es Resiliencia.

La Resiliencia no cambia el pasado, pero transforma tu relación con él

Si el pasado ha sido duro, pero has desarrollado unas habilidades que ahora te dan ventaja en la vida: puedes mirarlo de otra manera. Es como atracar a tu atracador. Produce una dulce sensación de venganza ante las injusticias vividas.

 Atraca tu pasado. Desnúdalo. Sácale las tripas y revende todo. Amortiza hasta la última gota de sufrimiento. Que nada caiga en saco roto.

Los seres humanos necesitamos encontrar sentido a lo que nos sucede. Quizás la única forma de encontrarle sentido al sufrimiento es aprovechar la fuerza desarrollada en esa adversidad.

Dori Pecharromán
Coach, Experta en Inteligencia Emocional y Master en Duelo
Puedes saber de mí buscándome en Redes Sociales y en mi Blog


View the original article here

No hay comentarios:

Publicar un comentario