martes, 10 de marzo de 2015

Coaching Ejecutivo: ¿moda o ha llegado para quedarse?


El coaching en general y el ejecutivo en particular han llegado a España (y a otros muchos países) con mucha fuerza y lo ha hecho para quedarse. Y aunque está de moda, no se trata en mi opinión de una moda pasajera. Coaching ejecutivo es, como apuntaba, sinónimo de ‘desarrollo del liderazgo’, de llevar a cabo un proceso de crecimiento personal para convertirse en mejor líder. Dijo Warren Bennis hace ya 25 años, en su magnífico clásico ‘On becoming a leader’, reeditado en 2009, que el desarrollo del líder se centra en conocerse a sí mismo, en saber quién es uno, conocer las fortalezas y debilidades, en saber qué se quiere realmente y por qué se quiere (conectado a claridad en el propósito), en saber cómo lograr las metas… y poner todo ello en práctica.


El modo en que una persona se desarrolla como líder es muy parecido al proceso para desarrollarse como ser humano. Desde mi punto de vista todos somos líderes, pues todos podemos y debemos decidir qué hacer con nuestra vida. Vida que no es dada (es un don) pero que no nos es dada hecha, como le pasa en gran medida al resto de seres vivos.


Pero no son solo los 25 años que han pasado desde el clásico libro de Bennis. Detrás del desarrollo del liderazgo está el aforismo ‘conócete a tu mismo’ (nosce te ipsum), inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos. Este aforismo se puede encontrar de una forma u otra atribuido a varios sabios griegos antiguos: Heráclito, Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Pitágoras, Solón de Atenas, y cómo no, Sócrates. Se atribuye a Tales de Mileto la sentencia de que ‘la cosa más difícil del mundo es conocerse a uno mismo’.


Así que lo que hoy llamamos coaching ejecutivo es algo que ya existía hace más de 2.000 años, y que ha existido probablemente desde el inicio de la humanidad; en nuestra época y en el contexto empresarial se plasma en procesos de desarrollo del liderazgo, realizados individualmente o en equipo, donde personas que tienen la responsabilidad de dirigir grandes organizaciones se apoyan en profesionales expertos que les ayudan a realizar ese proceso de crecimiento profesional, que es obviamente también personal.


El coaching ejecutivo está aquí para quedarse y me atrevo a decir que aun hoy, en 2014, esto no ha hecho más que empezar. Será sin duda una pieza clave e imprescindible para la mejora de la calidad directiva en España, en la que hemos perdido muchas posiciones en el ranking internacional como con frecuencia suele denunciar mi admirado Juan Carlos Cubeiro  desde su tribuna. El coaching ejecutivo ya es, y lo será mucho más, fundamental para la transformación positiva de nuestras organizaciones y de todo el país.


 

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