Por María López Herranz
Vivimos ya en un mundo altamente interconectado, y sabemos que esta realidad cada vez será mayor y más compleja. En muchos casos las personas, las pequeñas y medianas empresas y no digamos ya las grandes organizaciones, han dejado o dejarán atrás su perspectiva local para explorar las posibilidades de lo global, centrándose en un área de expansión casi infinita que era impensable hace unos años y que ahora está empezando a convertirse en algo habitual e incluso doméstico. Somos ciudadanos del mundo, de ese mundo altamente interconectado que ofrece grandes oportunidades de crecimiento -en todos los sentidos de la palabra- a aquellos que sepan aprovecharlas desarrollando las habilidades necesarias para ello.
A lo largo de mi vida profesional, tanto en mi faceta de directiva en multinacionales, como en mi actual faceta de coach y facilitadora, he podido comprobar que la inmensa mayoría de los problemas que aquejan a las organizaciones, a sus directivos y a los profesionales que trabajan en ellas tienen relación con la comunicación. Hagan ustedes la prueba, piensen en problemas y/o conflictos organizacionales que hayan podido vivir o conocer y revisen el posible origen de los mismos. Me atrevo a asegurar que estarán mayoritariamente relacionados con una comunicación ineficaz o directamente inexistente. Porque en el entorno profesional prácticamente todo tiene relación con la comunicación, desde informar sobre los objetivos o la estrategia de la compañía hasta dar feedback, pasando por la motivación de los equipos, el reconocimiento del trabajo y el esfuerzo, el establecimiento de normas claras, la transmisión de información para llevar a cabo un proyecto, la asignación de roles, la expresión de lo que se desea hacer y cómo, la formación de los colaboradores, el cierre de acuerdos a todos los niveles, etc.
Por este motivo, una de las habilidades imprescindibles para el líder 2020 -que desarrollará su trabajo en un mundo cada vez más interconectado en el que gestionará equipos de trabajo de gran diversidad cultural y de pensamiento- será la capacidad de comunicar eficazmente, dominando no solo el uso del lenguaje como generador de realidades, sino también la capacidad de apoyar sus ideas y sus palabras con una comunicación no verbal congruente con la verbal, que genere confianza y credibilidad para alcanzar resultados positivos en cualquier proyecto.
¿Qué podemos hacer los coaches para acompañar a los líderes en el desarrollo de esta habilidad esencial? Mucho, podemos hacer mucho, ya que el lenguaje tanto verbal como no verbal es nuestra principal herramienta de trabajo. En el Coaching de calidad, las preguntas y las distinciones son herramientas lingüísticas a través de las cuales podemos acompañar a los líderes en la toma de conciencia acerca de la importancia de la comunicación eficaz y de su influencia en las organizaciones.
Además, los coaches trabajamos teniendo en cuenta tres dimensiones: la verbal, la corporal y la emocional, completamente relacionadas con la comunicación eficaz y que también representan una buena distinción sobre la cual podemos trabajar con los líderes, de manera que sean conscientes del alcance y la influencia de su comunicación desde esas tres dimensiones.
Y en el Coaching Ontológico, que es en el que yo me formé como coach, el lenguaje es tan importante que ha inspirado incluso una disciplina filosófica: la Ontología del Lenguaje, desarrollada por el excepcional Rafael Echeverría. Aplicada su perspectiva a las organizaciones, Echeverría nos dice que los límites de una organización son lingüísticos. Y también que el lenguaje es generador. Por tanto, el lenguaje y la comunicación en general de un líder influirán decisivamente en las realidades que sea capaz de construir y también en los límites de su organización.
De nuevo el Coaching se erige como una plataforma esencial para desarrollar las habilidades necesarias para el Liderazgo 2020, acompañando a los líderes en el camino para transformarse en líderes inspiradores, preparados y eficaces, en líderes 2020, aquellos que podrán tener una influencia positiva decisiva en el futuro de las personas, las organizaciones y la sociedad.
María López Herranz
Coach Ejecutivo y de Equipos PCC por ICF
Past President de la International Coach Federation
Autora del manual de Liderazgo “La Estrategia del Cid”
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