jueves, 19 de febrero de 2015

Inteligencia Emocional Vs. Sabiduría Emocional,

Por Cristina Elena  Marcano Lárez

En su momento (Goleman: 1998) definió La inteligencia Emocional como una  competencia emocional adquirida por el ser humano, para aprender las habilidades prácticas basadas en los siguientes cinco elementos:

Conciencia de uno mismoMotivaciónAutocontrolEmpatíaCapacidad de relación

La Sabiduría está considerada como la capacidad que tiene una persona para adquirir información a partir de su vida y experiencias y usarla para mejorar su bienestar y el de los demás.

No es sabia la persona que tiene muchos conocimientos, sino aquella que los sabe utilizar de manera positiva, a nivel social. La sabiduría permite a las personas escuchar a los demás. La Sabiduría Emocional no se encuentra en los libros; no se acumula, memoriza o almacena. Comparemos conceptos para entender mejor que es sabiduría emocional.

El Concepto de Sabiduría Emocional, a pesar  de ser manejado y tratado también  por Goleman, no es sino Walter Riso quien lo hace común y publica un libro con dicho planteamiento donde llama la atención a buscar el equilibrio entre la razón y la emoción.

Las emociones son una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación. Manifiestan una gran actividad orgánica, que refleja en los comportamientos externos e internos (Goleman: 1995) Estas pueden ser potenciadoras o destructivas, y afectan al ser humano de acuerdo a la experiencia vivida y al conocimiento que tenga el ser humano para asumir diferentes situaciones.

La Sabiduría emocional involucra el conocimiento, la inteligencia y el aprendizaje producto de la  experiencia vivida, pero la clave radica en que todo este conocimiento debe ser puesto al servicio del ser humano.

La diferencia entre la Inteligencia emocional y la sabiduría emocional es que la primera trata de controlar las emociones de acuerdo a lo que socialmente está establecido y la segunda trata  de buscar el equilibrio entre la emoción y el razón. La sabiduría emocional no trata de controlar emociones al contrario implica tomar la fuerza y la emoción como impulso para que junto con el conocimiento y la inteligencia utilizarla para ayudar al crecimiento de otras personas.

Nos dice (Riso: 2010) Querer enterrar todas las emociones no solo es una tarea imposible, sino peligrosa para la salud. Cuando el súper yo comienza a frenar más de la cuenta los impulsos sanos naturales que pugnan por salir, se produce un desequilibrio mente-cuerpo

Ya es sabido por todos que existen emociones que potencian la vida y emociones que  la destruyen y tú decides en que grupo de emociones quieres vivir. Eso no quiere decir que en un momento determinado no podamos vivir emociones destructivas que nos afecten y descontrolen, pero lo importante es no anclarse en esas emociones, sino buscar salir de ellas para retomar, vivir y experimentar  emociones que te impulsen y saquen de ese estado de ánimo  producto de la emoción negativa que tu vistes que vivir.

Tu vida estará sujeta al tipo de emocionen que vivas y es por eso que es preferible escoger siempre las emociones positivas o impulsadoras como el amor y la alegría que harán que tu vida sea más placentera.

Imaginemos, una flor muy hermosa con el color de nuestra preferencia, fresca, con pétalos armónicos, suaves y tersos, que irradie frescura, alegría, vida.

Si te imaginaste la flor más bella del campo, ahora imagina que esa flor eres tú, que tu presencia en otros, causa alegría, frescura y emoción. Así como la flor necesita del agua y de los mejores nutrientes de la tierra y del clima adecuado, así mismo el ser humano, necesita de experiencia exitosas, alegres y rodearse  de gente que le genere emociones potenciadoras para ser el  reflejo de esa alegría y de esa emoción.

Una vez más y  a manera de ejercicio, imagina una flor marchita, seca, deshojada, y tratémosla de comparar con la flor más bonita del campo del ejercicio anterior. Quizás si no hacemos la comparación no podemos apreciar el contraste que hay entre una y otra. Pues así mismo es nuestra vida.

Teniendo estas dos opciones de vidas, el ser humano emocionalmente inteligente, debe escoger y decidir  vivir las experiencias que lo motiven e impulsen al  Éxito
El Éxito no está relacionado con circunstancia, suerte o inspiración divina. Tampoco es una metodología de aplicación Instantánea, sino que se logra a través de la escogencia de acciones orientadas al logro de nuestro objetivo. ES UNA DECISIÓN PERSONAL

EL ÉXITO, está relacionado con el cambio, que no es más que una Transformación  del estado actual  de las cosas hacia un estado previsto deseado. Es el rompimiento de la Inercia en la forma de ser y de hacer las cosas. Es la generación de Fuerzas que van desde una posición irreconciliable hasta el impulso  para lograr el direccionamiento y logro de objetivos.

Entonces tenemos una serie de conceptos, que debemos ordenar, por lo que les propongo una pirámide del éxito. Esta tiene su base con el conocimiento y allí una serie de peldaños hasta llegar el éxito. Exponiéndola de otra manera,  tenemos, el conocimiento, la inteligencia la sabiduría, la emoción, el cambio y el éxito. Dicho de otra manera el ser humano con su conocimiento y su inteligencia, debe vivir experiencias positivas que le generen emociones potenciadores que la impulsen a cambiar aptitudes y formas de hacer las cosas para lograr el éxito.

La vida nos interpela y nos pide que pongamos todo el conocimiento, la inteligencia la sabiduría al servicio de la humanidad e impactarla con nuestro aporte, para generar cambios que nos lleven a experimentar emociones que nos impulsen al éxito….. Asi no tener que decir que Nos sobra cerebro, pero nos falta emoción…

Dra. Cristina Marcano Lárez
Certified Life Coach Trainer


View the original article here

No hay comentarios:

Publicar un comentario