Por Vittoria Veri Doldo
Un método ahora afinado, técnico, basado en la comunicación directa, así es como el entrenador/coach entra en juego y da un buen empujón a quien quiera pegar el salto hacia si mismo.
Que sea dentro de una empresa donde cuentan las creencias de la manada y el factor defensivo del grupo; que sea frente a un ejecutivo que necesita comprender cómo tomar la mejor decisión para incrementar resultados y gestionar su poder; que sea en un ámbito personal para recuperar la capacidad de reconocer y reconocernos nuestras capacidades; el denominador es común y diría que el objetivo también, sea cual sea el contexto o bien el ámbito de operatividad.
La transformación debe ser mutua, demonstración que la relación está funcionando.
Estoy presente, te escucho activamente, superviso mi persona y dejo a un lado mi mapa para poder acompañarte adonde me dices que necesitas llegar.
¡Esto es coaching! Todo rueda en el rapport.
Establecer el qué, el cómo, el cuándo dentro de un compromiso mutuo protegido de un pacto de confidencialidad, es el comienzo. Resumimos el método así:
- Detectar el momento en que se encuentra el cliente es la base para que él vea, reconozca, se responsabilice, acepte y empiece a caminar hacia su objetivo:
Observar el contexto y las creencias – ‘debería’.
- Evaluar una forma distinta de actuar y reaccionar para ‘ver’ cómo prefiere sentirse en una situación determinada ya vivida o bien en la nueva que espera vivir:
Proyectarse en lo deseado – ‘me gustaría’.
- Impulsar el cambio de pensamiento frente a la situación objeto de la actividad hipotética o de la visualización creativa:
Dirigirse hacia la realidad – ‘quiero, aquí y ahora’
Acompañar a dar nombre a las emociones, a las situaciones, a los actos, al futuro deseado.
Sostener, hacerse responsable, tomar la determinación y actuar.
Esto es el duro trabajo entre coach y coachee.
Mapa cultural y mapa familiar vs naturaleza del coachee.
Mezcla, conflicto y desorientación. ¿Y yo dónde estoy?
Será la pregunta tras lograr el autoconocimiento.
Vivencia que se convierte en realidad y que deriva de los esquemas pre construidos. Filtramos todo lo que nos rodea. Absorbemos el 100% pero nos permitimos vivir solo una pequeña parte. El resto se sofoca, se aparta, se olvida, se rechaza.
Leo lo que quiero leer, veo lo que quiero ver, pienso lo que me hace sentir cómodo pensar. ¿Y yo dónde estoy?
Lo primero, el coach seguirá la lógica de pensamiento del cliente para llegar a entender la lógica de sus emociones y de allí determinar el o los canales de comunicación que hagan que reciba el mensaje, adaptándose a sus sentidos. Acompañará el coachee a transformar las generalidades en algo concreto (‘todos dicen’, ‘así se hace’, ‘es un sentimiento común’, ‘le pasa a todo el mundo’). Si ok, una vez más pregúntese Señor Coachee: ¿y yo dónde estoy?
Concreta y siente. Siente y sé consciente. Sé consciente y actúa.
El coach medirá también los niveles neurológicos del coachee de forma respetuosa dirigiendo el cambio en la formulación de las frases. De negativo a positivo. Tan sencillo como sustituir un ‘si, pero’ con un ‘y’ y ya está. Así ir generando el cambio de conducta. Pensamientos nuevos generarán emociones nuevas.
Seguimiento y evaluación de los resultados serán los últimos steps de una recorrido ilusionante para ambas partes.
Vittoria Veri Doldo
Health Coach
www.healthenergycoaching.com
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