miércoles, 17 de diciembre de 2014

Cómo elegir un profesional de ayuda

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Por José Sánchez-Mota Prieto

Un enfoque profesional desde una perspectiva ética y responsable implica reconocer que el coaching no siempre es la mejor opción.

Dependiendo de las necesidades específicas o de la situación concreta en la que se encuentra el cliente, quizás podría beneficiarse más de otro tipo de servicio, como consultoría, mentoring, psicoterapia, consejo o entrenamiento.

En tu vida personal o profesional ¿Estás en un atasco?

Considera la consultoría o el mentoring si estás buscando alguien que evalúe tu situación y te dé consejo o información acerca de lo que está causando tus problemas, sobre la base de sus competencias o su experiencia. Las diferentes formas de consultoría y mentoring son tan diferentes como las áreas a las que pueden aplicarse, aunque suelen tener algo en común:

Lo que se espera de un consultor es que diagnostique el problema y prescriba una solución; o, incluso, que la implemente.

Lo que se espera de un mentor es que te oriente sobre la base de su propia experiencia; quizá te dé consejo, aunque no necesariamente te dará las soluciones.

Considera la psicoterapia si se trata de resolver dificultades que podrían tener su origen en tu pasado y que dificultan tu adecuado funcionamiento emocional en el presente. Quizá te resulte útil saber que los coaches certificados por ICF hemos recibido entrenamiento para discernir cuándo está indicado el coaching y cuándo la psicoterapia. Igualmente, nuestro Código Ético nos compromete a derivar a psicoterapia a clientes actuales o potenciales cuando sea lo apropiado para ellos.

Lo que se espera de un psicoterapeuta es que te ayude a resolver tus dificultades para manejar tus asuntos de una forma emocionalmente saludable o a modificar tus conductas hacia formas más adaptativas.

Considera la formación o el entrenamiento cuando necesites adquirir o mejorar competencias específicas en relación con necesidades concretas de tu profesión, o cuando necesites un determinado recorrido de aprendizaje para mejorar tu curriculum en una dirección concreta.

Lo que se espera de un formador es que te provea de competencias alineadas con tus necesidades profesionales.

Considera el coaching si buscas un profesional que te considere el mejor experto en tu vida y en tu profesión y crea firmemente en que posees la creatividad y los recursos que necesitas poner en marcha.

Como tu coach:

te acompañaré a descubrir, clarificar y alinearte con lo que quieres lograr, apoyaré y animaré tu autodescubrimiento, te animaré a que generes tus propias alternativas y tus propias estrategias de solución y todo ello de forma verificable y con máximo respeto a que tú tienes la máxima responsabilidad sobre tu vida.

El coaching es un proceso que amplía de forma espectacular las perspectivas del cliente acerca de su propia vida y su profesión, mientras desarrolla sus habilidades de liderazgo y desbloquea su potencial.

Lo que se espera de un coach es que se asocie contigo en un proceso creativo, provocador del pensamiento y la reflexión, que te inspire para maximizar tu potencial personal y profesional.

También puede ser que creas que el coaching es bueno para ti, pero que éste no es el momento. Considera entonces el coaching como una opción para el futuro. Para decidir si es tu momento para el coaching puedes hacerte las siguientes preguntas:

¿Qué quiero lograr?

¿Valoro la colaboración y considerar otros puntos de vista o nuevas perspectivas?

¿Tengo el compromiso para dedicar tiempo y energías para provocar cambios reales?

¿Qué me dices? ¿Es el coaching una opción para ti?

Esta entrada se basa en The Right Path, entrada publicada originalmente en el número de agosto de 2014 de Coaching World.

José Sánchez-Mota Prieto
Coach
sanchezmota.com
mentorcoaching.es


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